14 agosto 2011

Verano aprovechado: Requetés, Jerez, 75 aniversario de Antonio Molle... (corregido)

Tumba donde reposa Antonio Molle Lazo.
Basílica de N.S. del Carmen (Jerez de la Frontera)
Foto tomada el 10 de agosto de 2011
(75ª aniversario de su martirio) 
Ayer por la noche finalizaban mis vacaciones estivales, un descanso reparador de poco más de dos semanas en las que gracias a la familia de mi novia me he sentido como un hijo, un hermano, un primo y un sobrino más, hemos descansado, hemos ahorrado, hemos disfrutado del maravilloso sur de España y lo hemos pasado bien. En estos días, varias cosas a reseñar en el blog: por un lado, me he terminado las novecientas y pico emocionantes páginas de "Requetés. De las trincheras al olvido", y al que dedicaré una entrada mañana; por otro lado, mi conexión a internet se ha reducido al Twitter en el móvil, donde me he peleado con todo quisque que, con motivo de la JMJ han proferido todo tipo de insultos, blasfemias, mentiras y ataques a la Fe, al Papa, a la Iglesia, la Virgen y a Dios (quizás hablaremos de ello en otra entrada, aunque no estoy seguro); pero el día que más voy a destacar es el pasado 10 de agosto, a la sazón, 75º aniversario del martirio de Antonio Molle Lazo.

Después de unos días en el Mar Menor nos dirigimos hacia Jerez de la Frontera a pasar unos días y conocer la zona. Tiempo hace ya que quería en algún momento ir a visitar los restos que reposan en la Basílica del Carmen de dicha ciudad, y providencial fue que justo el día 10 decidiera la familia que íbamos a pasearnos por Jerez para conocerla. Ese mismo día, gracias a @Papo37 (del blog "A las catacumbas") me entero de la Misa de 8 esa misma tarde en sufragio de Antonio Molle, así que mi novia y yo nos escabullimos momentáneamente del plan familiar y nos fuimos a la Basílica del Carmen. Lo primero curioso que nos ocurrió fue que rezando ante el joven requeté martirizado, una muy amable persona, sin mediar palabra me regaló una estampa de Antonio Molle; ante mi sorpresa, le pregunté y resultó ser, para mi alegría y honor, un sobrino del mártir (su padre era hermano de Antonio): primer alegrón. El siguiente, al preguntar en la sacristía por la Santa Misa que se iba a celebrar en su sufragio, tuve ocasión de conocer a D. Sixto de La Calle Jiménez, veterano requeté de la Cruzada cuyo testimonio acababa de leer en el libro antes mencionado y que, precisamente por narrar el martirio de Antonio Molle, todavía guardaba en la memoria. La emoción de conocerle todavía me dura. Ni que decir tiene que se portó amabilísimo conmigo, charlamos y, al finalizar la Santa Misa, el responso y el canto unánime de la Salve Regina y el Oriamendi, me presentó -tercer alegrón del día- a D. Domingo Fal-Conde y a su señora esposa. Espero mantener el contacto con tan gran persona e historia viviente de lo mejor de España y del carlismo.

Por no hacer de esta entrada un tostón demasiado largo, apelo a vuestra empatía e imaginación para poder compartir el honor y alegría que sentí aquella jornada, 75 años que Antonio Molle Lazo fue acogido por Dios como un héroe del Amor a Cristo, a la fidelidad a la Fe, para mayor gloria Suya, para honor del Tercio de Nuestra Señora de la Merced, del carlismo y de las Españas. Seguro que su sangre de mártir será semilla de santidad personal y fidelidad a Dios, la Patria y el Rey legítimo, por los siglos de los siglos.

Dejo, por fin, esta descripción que D. Melchor Ferrer dejó escrito en su obra "Breve historia del legitimismo español" (Ed. Montejurra, 1958) y os animo a que recéis a Antonio Molle, pedidle cosas, encomendaos a él cuando las fuerzas de la fidelidad os fallen, para ser recios, firmes, semper fidelis; y así, de paso, colaboramos con la Asociación Pública de Fieles Servidores de Cristo Rey para que pronto sea elevado a los Altares como Beato, en beneficio de toda la Iglesia:

"...hemos de citar lo acontecido a un requeté del Tercio de Nuestra Señora de la Merced en el ataque a Peñaflor. Un muchacho joven, de veintiún años, Antonio Molle, al avanzar con los requetés en el pueblo, se adelanta y cae herido gravemente. Los rojos le rodean y le ofrecen perdonarle la vida si blasfema. Molle contesta con un ¡Viva Cristo Rey! Entonces, los rojos, enfurecidos, le cortan las orejas, le saltan los ojos, le torturan hasta que da su postrer suspiro. Molle no cesa de vitorear a Cristo Rey. Su expediente de beatificación se instruye en la archidiócesis de Sevilla y el cuerpo se halla enterrado en una iglesia de Jerez de la Frontera"

Pd.: he corregido el blog de Papo y he copiado el más adecuado a esta entrada. Aprovecho para recomendar que os paséis por él y le echéis un vistazo.