31 diciembre 2012

El 2012 que se nos va

Ya se acaba el 2012, que en lo personal ha sido un año de demasiados contrastes. Entre otras muchas cosas, hace apenas un mes perdí a mi última abuela tan importante para mí y mis hermanos. Se marchó abandonada en Dios, poco a poco, yéndose sin hacer ruido, con su Virgen del Carmen a la cabecera. Estará con el abuelo, ¡tan felices -siempre lo decía- habían sido! y gozando de la presencia de Dios. Mis dos abuelas son un enorme referente personal, de fe, de vida y ejemplar modo de cuidar una familia. Les debo este humilde reconocimiento. Ahora las tengo en el Cielo, haciendo de madres, con la Madre de todos.

En otro orden de cosas, el que nos ocupa, el año ha transcurrido bregando en esta crisis tremenda que tenemos encima, en el que los efectos de un sistema fallido que se tambalea debería hacer caer muchas vendas que demasiados ojos tapan. No podía ser de otra manera cuando existe y se apoya un sistema que proclama la soberanía nacional de un pueblo que día a día se encuentra más esclavo de un poder partitocrático agarrado a la poltrona. Nunca como ahora la realidad contesta de modo tan arisco a los principios ideológicos que se proclaman. Y, permítaseme que lo diga, los dos brazos o costados del problema que tenemos se reparten la culpabilidad: las derechas y las izquierdas, maniqueas ellas, tuertas y destructoras nos corroen el espíritu y fuerzas de una Patria que desaparece. En esta empresa común de la derecha y la izquierda que se llama odio a la fe y destrucción de España, la corrupción hace estragos y se emplean chivos expiatorios, realizando cambios para que todo continúe igual en las dos sectas partitocráticas. Y su paradigma, este año, está en Cataluña en el que el delirio paranoide del nacionalismo lleva al abismo a todo su pueblo, en cruzada anti-quijotesca donde se enfrentan gigantes molinos de viento cual monstruos fantasiosos bajo unas ideas, a diferencia de nuestro caballero de la Triste Figura, nada nobles, altos y sublimes sino rastreros, bajos y materiales.

Pero como siempre en los peores momentos en que la Patria se encuentra sumida en el caos, siempre habrá un puñado de hombres y mujeres dispuestos a sacrificarse por un ideal altísimo que, no buscando su gloria ni el triunfo inmediato sino la gloria de Dios y simple fidelidad a su Amor, no cejan en su empeño por levantar las cosas. Por eso, en este 2012 se han puesto en marcha algunas iniciativas que, en este año de la fe, nos llenan de esperanza. Al menos para que, en el día del Juicio, el Señor nos cuente entre los que dieron de comer al hambriento, los que fueron fieles en lo poco y, en definitiva, habiendo sido tan misericordiosos como para alcanzar la necesaria misericordia de Dios:

- Asociación de Abogados Luis de Trelles: asociación que nace "con conciencia de responsabilidad social, vocación de testimonio y voluntad de ayuda a las personas más afectadas por las injusticias derivadas de las lógicas de poder y de egoístas intereses particulares, nos constituimos voluntariamente en asociación de abogados consagrada a restablecer los legítimos derechos de las personas y los colectivos según el Derecho y la Justicia en el ejercicio profesional. Dicha misión se concretará en un compromiso de ayuda a las personas y colectivos que en cada momento sufran las consecuencias del proceder arbitrario e injusto de los poderes políticos, económicos o sociales, cometidos por instituciones o particulares, conforme a criterios que la asociación definirá en cada momento según sus normas de funcionamiento."

- Grito contra la usura: con la idea de "promover una auténtica reacción defensiva al actual sistema liberal-disgregador contribuyendo a devolver el protagonismo a la sociedad. Por ello la plataforma GRITO CONTRA LA USURA Y EXTORSIÓN está alentando la creación de un auténtico movimiento de defensa y desarrollo social en base al Orden Natural, teniendo como protagonista a la familia, célula básica de la Sociedad; estimamos que la defensa del trabajador, del autónomo, del consumidor de bienes de primera necesidad o del dependiente tiene como sentido la defensa de la familia; detrás de la categoría laboral de parado, no sólo hay un trabajador o un “individuo abstracto o anónimo”, hay una unidad familiar afectad"

- I encuentro de la Liga Tradicionalista, auténtica reunión familiar, de El Escorial (junio de 2012). Un éxito que esperemos sea precursor de muchos otros. Os animo a leer la crónica

- Concentraciones por la Vida el 28-D. Por fin vemos acciones unitarias de los que defendemos lo mínimo de lo mínimo, es decir, los cuatro principios no negociables que el Papa pronunció en Sacramentum Caritatis: la Vida desde la concepción hasta la muerte natural; la familia, es decir, la unión natural de hombre y mujer abiertos a la vida; la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos y el bien común en todas sus formas. Así, CTC, AES, Cruz de San Andrés, Foro Arbil y más de 50 adhesiones más, el pasado 28-D nos concentramos en distintas ciudades de España, por los millones de niños no nacidos, asesinados en el vientre de sus madres y contra el partido abortista de derechas, el PP.

Y más y más acciones, calladas o no, pequeñas y grandes, que se han realizado este año, como los círculos carlistas que en Tortosa y Alicante van cobrando vida gracias a la gran labor mis correligionarios de aquellas tierras. O las reuniones de todos los viernes con jóvenes en el Círculo de Madrid, las actividades en Andalucía, Pamplona, la gran labor que hacen en Barcelona para toda España los de Cruz de San Andrés y Genocidio Cristiano, las familias que educan en la fe y piedad a sus hijos y tantas y tantas acciones por las que es menester entonar un Te Deum a Dios en este 2012 que ya acaba.

¡FELIZ AÑO NUEVO! 

24 diciembre 2012

¡Feliz Navidad a todos!

Es un misterio insondable para el hombre la Encarnación virginal del Hijo de Dios en el seno puro de la más excelsa de las mujeres, su Madre y Madre Nuestra, Santa María. Y sorprendente para los esquemas pobres de nosotros pecadores, que el Rey del universo, Cristo Jesús, anduviera la víspera de su nacimiento en busca de cobijo para venir al mundo. Tanto más triste y estremecedor es que la pureza inmaculada de la Virgen encinta encontrase rechazo en las más variadas posadas del lugar por donde sus santos pies pisaban. Hasta el asno reconoció a su Señora, la más generosa y entregada de las criaturas del Padre, y le ofreció su lomo para que aquella Custodia, más preciosa que todo el oro del mundo, tuviese donde apoyarse en el largo camino que recorría para encontrarle al Niño-Redentor un humilde pesebre donde limpiar a la humanidad pecadora de sus horrendos crímenes.

La espera es al tiempo dichosa y enternecedora, que el Salvador viene a darse por entero, el más inocente de los corderos, a sacrificarse en redención de los culpables, y no tiene más que un pobre pesebre para nacer. San José acondiciona el rincón para tan ilustres huéspedes que él tiene misión de guardar y proteger. La escena es estremecedora. Es tan infinito el abismo que separa al Justo de los culpables, al Santísimo de los pecadores, que aparentemente no era necesario explicitar más aún la indignidad humana pecadora con un lugar tan impropio del Rey de reyes. Y es que Dios, el Verbo encarnado, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad nos enseña su corazón misericordioso desde su Niñez amorosísima. Resulta tan abrumador el contraste de la deformada forma y fealdad del pecado cometido por el hombre en su naturaleza corrompida, con la Majestad infinita del Creador, que parece insalvable a los ojos humanos.

Sin embargo, nace el Divino Niño en el pajar de un establo, para que los hombres no tuviesemos razón al pensar que en nuestra miseria no podemos albergar al Mesías que nos salva del pecado. ¡No! El Verbo encarnado se hizo Niño y nació en un pesebre para que nada nos impidiese regresar cuantas veces necesitemos al Agua redentora del Salvador. El Rey se hace Niño para que nosotros, que estamos ensoberbecidos por nuestro pecado, al descubrir nuestra pequeñez por acción de la Gracia vayamos humildes a adorar a Dios. Ya no hay excusas para alegrarnos, pues nuestra miseria, por muy grande que sea, siempre será una minucia frente a la Misericordia y Amor de un Dios que adopta la naturaleza humana para redimirla de su culpa. El niño siempre se ensucia, siempre tropieza, siempre cae. Que nos humillemos, que nos abajemos, que volvamos al pesebre y veamos al Niño y a su Madre Purísima que nos acogen en su humilde morada, para que nos pongamos junto a los animales del establo, nos limpiemos con ese Agua divina, nos sequemos con la toalla que nos da José y, de su mano, vayamos a ver al Nacido y a su Madre que se recuestan para que le adoremos, más niños que nadie, más pobres que nadie, más felices que nadie...

¡¡FELIZ NAVIDAD!!