23 abril 2010

Nuestro Héroe

En estos tiempos de crisis, faltos de ideas, de perspectiva, de norte, de guía, sólo hay una persona que se convertirá en nuestro mejor y único aliado. Nuestro Héroe. ¿Quieres conocerlo? Abre el vídeo (haciendo click en las letras pequeñas de abajo se puede ver en pantalla completa).

21 abril 2010

Lo que podría ser una sentencia sobre subsidiariedad

Recurro de nuevo al tema de la subsidiariedad, esta vez un poco más sesudo, en lo que, a partir de unos hechos probados, se podría establecer una sentencia un poco sui generis. Ahí va:

ANTECEDENTES DE HECHO

Me lo contaron antes de que pasara y me han contado el desenlace. La historia resumida es ésta: En un lugar de la Mancha (por ejemplo) de cuyo nombre no quiero acordarme, un chaval o no tan chaval de nombre Audaz (como dice la canción: perquè vull), tenía una moto, prácticamente nueva. Un día se da cuenta de que se la acaban de robar, tras lo cual y después de la pertinente denuncia, se pone a preguntar a los porteros de la zona, vecinos y comerciantes de alrededor si vieron algo. Cabreado, busca y se informa también por internet sobre cómo conseguir y quién consigue piezas para motos. Al cabo de unos días (u horas) consigue un par de teléfonos. Uno de los contactos le asegura que tiene otro colega al que le "acaba de llegar" una moto de las características que buscaba Audaz. Una vez puestos en contacto, se citan para probarla y, en su caso, comprarla en un polígono industrial a las afueras del lugar. Todo ello, claro, sin facturas ni papeles "como favor". Audaz entonces llama a la Policía, se lo cuenta al inspector que lo flipa en colores con el chaval o no tan chaval. Decide la Polícía que "acompañaría" a Audaz y que, en caso de tratarse de su moto o si ello pudiese comprobarse, actuarían. Finalmente llega el día. Audaz reza y comprueba que la moto es la suya. La Policía actúa, realiza la detención y se pone en busca y captura de quienes están detrás de la "trama" de robo y re-venta de piezas y motos.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Es otro ejemplo (éste real) de subsidiariedad o del cómo en ocasiones la sociedad menor o cuerpo intermedio es capaz de desarrollar más eficazmente sus funciones, actuando la de orden superior como mero apoyo de la primera. No quiere decir esto que deba ser siempre así. De hecho me pregunto ¿no pudo haber hecho lo mismo la Policía? En todo caso, es menester recobrar aquel lema tan necesario de "más sociedad, menos Estado". En definitiva, devolverle la vida y la vitalidad a la espontaneidad y desenvolvimiento de los cuerpos intermedios. En el tema de la seguridad, por ejemplo, el estado omnicomprensivo y excesivamente paternalista es donde primero y más abusivamente vemos este proceso de aniquilación de la espontaneidad y libertad de las sociedades menores. No caigamos en el individualismo que alimenta el dogma liberal, pero tampoco en la voracidad del Leviatán que, en el mejor de los casos, engendra seres raquíticos. La virtud, aquí, no está en el punto medio, sino en la huida de esta disyuntiva, esclava de unos parámetros revolucionarios, claramente fracasados. La clave: rescatar el principio de subidiariedad, como actualización de lo que antaño se denominó "fueros". Por no cerrarme a la seguridad, hablemos de economía, y citaré al gran Álvaro d'Ors, que criticaba inteligentemente una paradoja que ilustra a la perfección el sistema capitalista: el hecho de que antes se considere socios (o "dueños", en la concepción capitalista) de la empresa a quienes ponen el dinero y nada se juegan más que el obtener dividendos, y no considerar socios a quienes ponen toda su vida en ella y son los principales afectados por la marcha de la misma, tanto si son jefes como subordinados. Él lo decía mejor: "los trabajadores, que deberían serlo, no [quieren] ser socios y, en cambio, quieren ser socios los que, por no trabajar, no deberían serlo".

FALLO

Que desestimando como desestimamos la pretensión y el dogma una libertad abstracta e inconcreta, debemos confirmar y confirmamos la Tradición como fuente inagotable de sabiduría legislativa, en la que las libertades concretas de los cuerpos intermedios se ven respetadas y enriquecidas por un principio que hogaño denominaremos "subsidiariedad".

20 abril 2010

Ejemplo práctico de subsidiariedad (II)

De nuevo, los chinos (¡quién lo diría: los chinos!) nos muestran con ejemplo qué es la subsidiariedad.

17 abril 2010

Yo tampoco fui abusado por sacerdotes

Considero de justicia que me una yo también a la iniciativa que a su vez ha seguido el Embajador, poniendo mi nombre en esta lista (enorme, abrumadora) en la que somos inmensa la mayoría los que hemos tenido bastante trato con sacerdotes y nunca, ni por asomo, hemos sido víctimas de nada raro. Más bien todo lo contrario, guardamos una profunda gratitud y alegría de que se cruzasen en nuestra vida para, como pastores o amigos, llevarnos o acercanos más a Dios. Siguiendo el esquema, éstos son los principales:

- D. Samuel: el primero que recuerde. Clave en mi admiración y veneración por el sacerdocio. Tuve trato con él desde los 6 años, cura del colegio, que había sido uno de los primeros sacerdotes que llegaron a la prelatura de Yauyos (Perú). Me parecía tanta su ejemplaridad y piedad a la hora de celebrar la Misa, que por mucho tiempo quise seguir los caminos del sacerdocio. Con él hice mi primera confesión y después siempre le pedía que me confesara. De él aprendí a tener un trato directo, piadoso y cercano con Jesús en el Sagrario. También fui lector ávido de su "Biblia infantil", con la que empecé a conocer la acción de Dios en la historia y su Palabra. Se marchó al poco tiempo a su tierra natal, Teruel, y mantuvimos después correspondencia por carta.

- D. Pedro: fui su monaguillo hasta los 11 años en la parroquia. Todos los domingos y fiestas de precepto, media hora antes de Misa iba y preparábamos el altar, las lecturas, etc. Un buen amigo con quien, además, podía charlar y reir. La bondad personificada. Recuerdo que, poco más de un año después de irme de Valencia, fui unos días por no recuerdo qué motivo y me pasé para saludarle a su casa, tomamos café (soy cafetero desde los inicios) y nos pusimos al día. Ya había visto que mi vocación no pasaba por el sacerdocio y estuvimos hablando de la vocación cristiana. También mantuve correspondencia por carta durante años (sobre todo en Navidad).

- D. Rogelio: sin duda, quien forjó mi vida interior y a quien agradezco su exigencia y paciecia en limar mis defectos en la vida humana y cristiana, lo cual aún hoy conservo como tesoro, echando mano de aquellos consejos y directrices que, como Director Espiritual, me daba para mi mayor formación. No faltaron los choques de caracteres, pero no debió de ser nada fácil lidiar con un chaval adolescente de 14 a 16 años, de la clase indómita que era yo. ¡Menuda tela con la que tuvo que lidiar! Y sin embargo, todo lo que de él aprendí es mi mayor activo para mi felicidad y vida en Dios.

- D. Luis: tuve menos trato, pero consiguió, sólo con su ejemplo, animar a que en una parroquia de un pueblo de la sierra de Madrid volviera al uso del alzacuellos. En verano me confesaba con él y alguna vez nos fuimos a hacer una romería a la Virgen. Un buen sacerdote bueno (y no es redundante) y valiente.

- Mn. D. José Luis: con quien me confieso de vez en cuando en una Parroquia de Madrid. Siempre atento y un pastor en la administración del sacramento. Una vez, hace años, me dijo que no rezara por tener novia, sino por que Dios me diera una buena novia. Se cumplió con creces.

- D. Enrique, D. Javier, D. Jorge... y todos los que, en diferentes etapas (normalmente coincidiendo con cursos académicos) han llevado la árdua tarea de dirigir mi Alma. O todos los que conocí en los colegios por los que pasé, en diferentes ciudades de España. Los sacerdotes que dirigían las convivencias a las que he asistido toda mi vida. Con los que me confesé durante el medio año que estuve en Estados Unidos y el otro medio en Francia (por variedad geográfica que no sea).

A todos, mi infinita gratitud y veneración como santos sacerdotes de Cristo. Como dice Orisson, yo SÍ me fío de los curas.

04 abril 2010

6 toros, 6 para Daniel Luque (y Morante en Sevilla)

Muy arriesgado lo que va a hacer este chico hoy en Las Ventas. 6 toros, 6 para él sólo. Antes, sólo los que tenían una carrera muy consolidada se atrevían con esto. Pero Daniel Luque es diferente: muy valiente y tirao p'alante. Eso está muy bien, pero el riesgo de pegarse un castañazo es alto.

El año pasado le ví por primera vez en San Isidro, y desde entonces me comprometí a seguirlo de cerca, por las magníficas sensaciones que despertó. Hoy, domingo de Resurrección, repito, y le veré en el coso venteño con inmejorable compañía ;)

¡Ojalá tenga suerte! Después del fiasco del domingo pasado, hay ganas de buen toreo. Y yo, personalmente, de que Daniel tenga un gran día.



Pd.: No me olvido de que hoy también, Morante en la Maestranza. ¡Suerte, maestro!

03 abril 2010

En defensa del Papa

"Seréis entregados por padres y hermanos y parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados por todos a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia salvaréis muchas almas" (Lucas 21, 16-19)
"Si me han perseguido a mí, también a vosotros os perseguirán" (Juan 15, 20)
"Todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Tim. 3, 12) 
He traído estas tres citas del Evangelio para poner en contexto la oleada de acusaciones y difamaciones que estamos viviendo estos días contra el Papa y contra la Iglesia. No es un momento fácil. Los cristianos, más que nunca, debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad.

Estos días me ha venido a la cabeza una frase de San Josemaría, que también me ha servido para comprender mejor lo sucedido con Marcial Maciel, el nefasto fundador de los Legionarios de Cristo: la enseñanza decía que, lejos de la gracia divina y abandonados en la lucha, todos somos capaces de los mayores errores y de los mayores horrores. Esta frase, que me pareció al principio una exageración, con los años he aprendido que es una verdad como un templo y que está en el origen de muchos de los males de la Iglesia. El propio Papa, en la paternal y magistral carta a los católicos de Irlanda, situó el abandono de la "confesión frecuente, la oración diaria y los retiros anuales" como una de las causas principales de todo lo que estamos viviendo. Por eso, los culpables de abusos son responsables de sus actos y reos de la peor de las condenas, puesto que como sacerdotes tenían la gracia y los medios para una vida santa, pero en algún momento de su lucha se abandonaron al mal y éste les condujo al abismo de la perversión.

Pero aprovechando este grave mal que ha sido en ocasiones mal llevado por los pastores de la Iglesia, está sirviendo de pretexto para un ataque furibundo y falso al Papa y a toda la Iglesia, que está totalmente injustificado. Muchos y mucho mejor de lo que yo pudiera, han respondido el por qué: en Zenit.org, Rafael Navarro-Valls, Juan Manuel de Prada en el ABC, en el magnífico blog "La Iglesia en la Prensa", el propio juez que investigó el caso de los niños sordos de Milwakee, y muchos que han dado su opinión. Me remito a ellos para el grueso de los argumentos y los datos que ponen en evidencia la mala fe de quienes injustamente atacan al Papa.

Aún así, no me resisto a señalar la hipocresía y falsedad de los que asocian pederastia a la Iglesia Católica. Porque ese es el fin último: manchar a la propia institución, asociando de forma intrínseca la perversión e Iglesia. Algunos nos han casi prohibido que hablemos de porcentajes o comparemos dichos casos a los que se cometen por personas que no son sacerdotes, como si eso fuese escurrir el bulto. Pues no señor. En Alemania se hizo el estudio que comprobó que, del total de los casos, menos de un 0,5% eran cometidos por sacerdotes. ¿Qué hemos de extraer de ese dato? Pues negar la mayor: que la Iglesia es de la principal responsable de tales casos. Que es más grave por tratarse de sacerdotes: de acuerdo, pero cada cosa en su sitio. Algunos pastores cometieron errores en cómo los gestionaron y soy partidario de dureza y reparación a las víctimas más allá de lo estrictamente justo. Pero no hemos de tolerar que quienes no poseen autoridad moral para enseñar a la Iglesia se erijan en sus vergudos. Porque hay un hecho incontrovertido (o debería serlo): que si al mundo hoy le parece todavía un horror la pederastia es gracias al legado moral del cristianismo. Como muestra, el partido holandés que estuvo defendiendo durante años su legalización, o los "matrimonios" que se conciertan en el mundo musulmán entre ancianos y niñas pre-púberes.

En todo caso, como he leído recientemente, a la progresía atea le pareció muy mal la inquisición (o la caricatura que se montaron de ella), pero cuando supieron cómo utilizarla para su propio beneficio, bien que la están utilizando.

En conclusión, nosotros, fieles de a pie, únicamente nos queda rezar, tomar nota, defender al Papa y llevar una vida santa, santa y santa. No queda otra: santidad.

Oremus pro Papa: Dominus conservet eum, et vivíficet eum, et beautum faciat eum in terra, et non tradat eum in animam inimicorum eius