22 agosto 2012

Decadencia


Hoy ya no se juzga la validez o no de las ideas. Ni mucho menos la veracidad de las mismas, porque la verdad en sí ha dejado de ser una meta. Así, no se debate ni se somete a auténtica revisión las propuestas políticas o económicas, y no digamos las filosóficas que aparezcan. Lo que es hoy medida de todas las cosas, lo que determina la "validez" o aceptación de unas ideas -que no son tales- es su novedad respecto a lo ya existente. O, en el caso de España, simplemente, las novedades que otros países ya han adoptado antes que ella. Y a esto llaman "progreso"... como si avanzar hacia un despeñadero fuera el fin de una carrera*.

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Hice esta reflexión mientras terminaba el libro "Solución social" de Gustave Thibon, tal vez preguntándome cómo es que una soluciones tan de sentido común para el marasmo económico han tenido, hasta hoy, tan poco eco. Del libro, Dios mediante, escribiré próximamente.

2 comentarios:

Alonso de Blanco dijo...

Pinta bien. Espero con interés el comentario al libro.

Jorge P dijo...

Gracias! A ver si en unos días me sale un resumen que merezca la pena.