Lo recogía ayer Europa Press: la Mesa del Congreso de los Diputados admite a trámite una iniciativa de IC-V para reprobar al Papa. La excusa es la enseñanza de la Iglesia, que el Papa recordó en su viaje a África en relación con los preservativos y el SIDA. Hay que recordar, además, que tras la tormenta de ataques que sufrió el Romano Pontífice tras sus declaraciones, varios científicos dieron apoyo desde la ciencia a dicha postura, en el diario francés Le Monde. Con ésta, será la segunda reprobación que se le hace al Papa desde un parlamento nacional, pues ya Bélgica tuvo el dudoso honor de ser pionera en este sentido, a lo que respondió la Santa Sede con un comunicado más bien comedido, en el que se recordaba que la Iglesia es la líder mundial en la lucha contra dicha enfermedad y en el cuidado de los enfermos de SIDA. Es decir, de aquellos a quienes nadie mira, ni quiere, ni cuida.
Pero el dato que más llama la atención es que la reprobación que el parlamento español va a realizar cuenta con los votos favorables de Ana Pastor y Celia Villalobos, mientras que sólo dos diputados (Jorge Fernández Díaz e Ignacio Gil Lázaro) votaron en contra. Se produce así una división al 50% de los miembros del Grupo Popular en la Mesa del Congreso, que pone de manifiesto dónde se encuentra el PP en relación al laicismo que el progresismo con tanto ahínco pretende imponer. Recordemos que el PP, como ha recordado recientemente Rajoy y ya lo dijo en la campaña electoral, está a favor de la actual ley del aborto. Recordemos, además, que el PP aprobó, cuando gobernaba en el año 2000, la píldora abortiva RU-486, o la financiación de clínicas abortistas en Comunidades donde gobierna. Recordemos, también, cómo apoya el "contenido" de los "matrimonios" homosexuales. Y un largo etcétera. Por algo en campaña ya dijo Rajoy que él defendía "los postulados del socialismo clásico" (El Mundo, 17 de marzo de 2008).
¿Mal menor? Mal mayor.
Pero el dato que más llama la atención es que la reprobación que el parlamento español va a realizar cuenta con los votos favorables de Ana Pastor y Celia Villalobos, mientras que sólo dos diputados (Jorge Fernández Díaz e Ignacio Gil Lázaro) votaron en contra. Se produce así una división al 50% de los miembros del Grupo Popular en la Mesa del Congreso, que pone de manifiesto dónde se encuentra el PP en relación al laicismo que el progresismo con tanto ahínco pretende imponer. Recordemos que el PP, como ha recordado recientemente Rajoy y ya lo dijo en la campaña electoral, está a favor de la actual ley del aborto. Recordemos, además, que el PP aprobó, cuando gobernaba en el año 2000, la píldora abortiva RU-486, o la financiación de clínicas abortistas en Comunidades donde gobierna. Recordemos, también, cómo apoya el "contenido" de los "matrimonios" homosexuales. Y un largo etcétera. Por algo en campaña ya dijo Rajoy que él defendía "los postulados del socialismo clásico" (El Mundo, 17 de marzo de 2008).
¿Mal menor? Mal mayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario