13 noviembre 2009

"Hem pillat molt": sistema corrupto.

Antes de ayer comentábamos, a propósito de la reacción de los representantes de la oligarquía partitocrática española a las declaraciones de Monseñor Mtnez. Camino, la inmoralidad del sistema que nos hacen pasar por legítimo.

Lo cierto es que, en un plano más terrenal, tenemos a una clase política, digan lo que digan, enfangada en la corrupción hasta las trancas. Cuando yo era un chaval y llevaban toda la vida gobernando los socialistas bajo la batuta de Felipe González y la complicidad de Rubalcaba, Alfonso Guerra, etc., todas las noticias eran que si Filesa, los Fondos Reservados, el GAL, Roldán, la crisis del 93, etc... Hoy en día poco ha cambiado: el PP está enmarronado con el caso Gürtel. El PSOE vuelve también a sus orígenes de corrupción, le salen enanos en Cataluña y hoy parece que le toca a Diego López-Garrido, imputado en un presunto delito de prevaricación y malversación de caudales públicos. Cataluña está que arde, con el caso Millet y la pasta gansa llevada desde la Fundació del Palau de la Música. Los dos históricos de CiU e íntimos colaboradores y protagonistas del Pujolismo puestos en evidencia. El Alcalde socialista de Santa Coloma de Gramenet...

El sistema está podrido y los votantes apenas parecen darse cuenta. Y todo ello, con la crisis galopante que arrastramos, la incompetencia de un desgobierno y una oposición que se opone a sí misma.

En fin, ya que es viernes, cuelgo un vídeo del programa catalán "Polònia", en el que los artífices de la corrupción generalizada versionan el "We are the world" con un "Hem pillat molt" (hemos pillado mucho). Lo que más me gusta es cuando dicen: "Si estuvieras en nuestro lugar también lo harías". Es una manera humorística de declarar la perversidad intrínseca de este sistema orientado al mal. Al menos, riamos un poco (aunque es para llorar):



2 comentarios:

Conrad López dijo...

Querido Jorge:

Me da la impresión que tu visión de la jugada podría resumirse en algo como "la corrupción en que ha degenerado el sistema". La mía es un pelín diferente: "el sistema en que devino la corrupción".

Esa corrupción renía el colchón social adecuado para dar los frutos y, allí dónde el terreno no estaba suficientemente bien abonado (ejército, iglesia, sanidad, ...) ya se encargaron de hacerlo rápidamente desde las instancias del poder (ese que nos dimos a nosotros mismos) de hacerlo (23F, cristianos de base, campañas de sensibilización, etc).

La culpa, nuestra. Sin duda.

Un abrazo.

Jorge P dijo...

Seneka,

Ambas frases son ciertas, dependiendo desde el prisma en que se mire. Por un lado, el "orden" constitucional que, como dices, "nos hemos dado" no puede nacer sino de la corrupción de una sociedad que no está sana. El propio sistema de la democracia liberal que nos rige se basa precisamente en la falta de cohesión social, en la discrepancia, en la desunión, en la desintegración de la sociedad como un todo orgánico. En eso estoy de acuerdo con tu frase "el sistema en que devino la corrupción".

La visión que yo quería dar pone más el acento en la corrupción personal de los que participan en este sistema partitocrático, que ha empujado a gentes en principio "limpias" a la corrupción personal. Por eso decía lo de la "perversidad intrínseca de este sistema orientado al mal" y lo que dice la canción "tú también lo harías". Por supuesto, sin negar la libertad personal de cada uno, desde luego, pertenecer a un sistema que facilita en robo, la mentira y el abuso del poder y no caer es heróico. Esto me recuerda mucho a lo que cuentan de Ghandi, que para fortalecer su "castidad" se acostaba en la cama con una mujer sin tocarla para así irse acostumbrando. Este sistema te pone la mujer en la cama. A ver quién es el Ghandi que no "cae". Como siempre, ¿no será mejor ser más sensato y volver a las raíces y a lo que sabemos, por tradición, que siempre funcionó?

No sé si me explico, el Domingo es dies domini y las neuronas andan de vacaciones.

Un abrazo!