Las Hermanas Iesu Communio han explicado los aspectos principales de la aprobación del instituto Iesu Communio: lo podéis leer aquí.
Extraigo solo un párrafo:
"Como religiosas contemplativas, las hermanas nos sentimos llamadas a ser por entero de Jesucristo, a estar con Él y permanecer en vela para orar sin interrupción por los hijos que nos han sido confiados: "Que ninguno se pierda" (Jn 6, 39). Ser posada del Buen Samaritano, una casa abierta, donde los peregrinos sedientos y heridos puedan encontrarse con Jesucristo Redentor y experimentar que han sido acogidos en la oración y presentados al Padre, esperados como hijos por la Madre Iglesia; lugar de encuentro para avivar en comunión y presentados al Padre, esperados como hijos por la Madre Iglesia; lugar de encuentro para avivar en comunión nuestra fe hasta hacer arder el deseo de santidad como plenitud de vida."
Espero que se vayan, poco a poco, despejando las dudas y críticas temerarias sobre estas hermanas. Y, en todo caso, que mantengamos todos la prudencia suficiente como para rezar y mortificarnos por ellas, durante los cinco años ad experimentum que se les han otorgado.
Laus Deo!
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