Dejaba soltar en mi anterior entrada que era inminente comentar el libro Requetés... que recién me había terminado. Y ya va a hacer mes y medio que no actualizo el blog. La explicación es bien sencilla toda vez que no preví mi mudanza y cambio de casa. El caso es que llevo mes y medio sin TV ni internet, lo cual es una experiencia que contar. A fuer de ser sincero, reconoceré que dicha abstinencia no es tal: ratos sueltos en el trabajo y en la Blackberry, por donde sigo actualizando twitter.
No obstante, me copié e imprimí para leer con fruición las cuatro entradas que Firmus et Rusticus ha dedicado a la monarquía parlamentaria como ficción y como mal, heredado de los estragos causados por la Revolución. Lo cito para que el lector que me lea y no lo haga del mencionado blog, lo haga recomendadísimo por mí. Asimismo, habré de contar que estar en casa y no tener TV me ha permitido aprovechar mucho más el tiempo. Por ejemplo, me le leído en este tiempo “El Silencio de Dios” de Rafael Gambra –extraordinario-; “El Carlismo” de Jordi Canal –bastante prescindible-; y “Cómo sobrevivir intelectualmente al siglo XXI”, recopilación de textos del argentino Leonardo Castellani realizada por Juan Manuel de Prada –interesante-. No prometo entradas ad hoc porque si es verdad el dicho de que “si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes” conmigo debe de divertirse muchísimo. Valgan por el momento los tres adjetivos que he soltado en este párrafo.
Como eventos, tuve la suerte de asistir, gracias a Séneka y a D. Quijote, al Foro Alfonso Carlos I en el que este año se trató del tema del momento: la economía, los errores que nos han hecho caer en esta espantosa crisis que nos atenaza, todo ello desde la Tradición y la Doctrina Social de la Iglesia.
Y, last but not least, asistí a la presentación en Madrid el nuevo libro “El carlismo en Castilla-La Mancha (1833-1875)”, de Manuela Asensio, presentado por Luis H. de Larramendi y por el historiador Bullón de Mendoza. Dado que por parte de padre la familia es fundamentalmente manchega, y de abuelo materno con raíces en Cuenca, mi interés era evidente. Leyéndolo estoy.
Nada más por hoy, que encantado de volver a saludarles, perdonen si no he contestado a algún comentario y espero volver pronto.
4 comentarios:
Muy amable por la recomendación, Jorge. Tomo nota de las demás.
Ya ves, yo todavía no me he terminado "Requetés", ¡no me atrevo a leerlo por si algún día se me acaba!
Eso me pasaba, pero el gusto de leerlo era tal que se acabó ;)
Realmente, el libro que sí o sí hay que leer es el de Gambra. El de Castellani/JM de Prada, según te pille y el otro, si ya te has leído algo de la historia del carlismo en general, te lo puedes ahorrar, aunque para mí fue interesante el periodo 1939-1986.
Saludos
Estimado amigo y vecino, un gusto poder leerte de nuevo y ya conociéndote en persona.
En cuanto a las recomendaciones, sin duda me quedo con el de Castellani, por que es una pasada. Todo libro que sea una bomba frente al pensamiento único imperante ha de ser tenido en cuenta, mas si esgrime la fiereza del padre Castellani. Hoy he empezado con la Nueva Tiranía de JMdP y mira que horas son, mañana trabajo, pero es que uno no se puede desquitar.
¡Un fuerte abrazo!
Seguimos en contacto.
Javi.
Javi, es placer es mutuo (y más leyendo tus últimas entradas).
Sobre Castellani, he de reconocer que, siendo ésta mi primera incursión en su obra y muy seguramente porque me quede un poco "grande" (sin duda es un sabio), no le acabo de tragar del todo, aunque sí me han parecido extraordinarios algunos de los artículos, como el de "Argentina bolchevique" y algún otro. Sin duda, habré de leerlo más. Por otro lado, tal vez porque su sutileza combinada con la sencillez de lo tradicional me haya cautivado, lo de Gambra me ha parecido sensacional, encontrándolo un estilo de mayor atractivo para mi gusto.
En cualquier caso, recomendadísimos los dos.
Un abrazo!
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