Este fin de semana me he terminado el libro "el dios de la lluvia llora sobre México", del escritor húngaro László Passuth. Ha sido mi segunda lectura histórico-novelesca sobre la conquista de México por los españoles. La primera fue "el corazón de piedra verde" de Salvador de Madariaga, en junio de 2009. Son dos libros distintos y complementarios que requieren valoraciones de distinta naturaleza, aunque recomiendo encarecidamente la lectura de ambos. El de Madariaga me resultó de lectura más trepidante desde el principio y, desde un punto de vista literario, magistral y difícil de dejar. Cada capítulo de la novela te adentra en el mundo de la España del siglo XVI o de la vida en Anáhuac antes de la llegada de Hernán Cortés, a través de Alonso Manrique, desde Castilla y Xúchitl, hija del rey Nezahualpilli, desde Texcoco, hasta el encuentro entre las dos civilizaciones, personificadas en ambos. En el que me acabo de leer, la trama prescinde de historias como la de Alonso y Xúchtil en "el corazón de piedra verde" y se atiene mucho más a los hechos históricos, en un estilo más puramente narrativo, teniendo Hernán Cortés el máximo protagonismo de la trama, sin las introspecciones de los personajes con que Madariaga enriquece su libro. En el de Passuth destaca, desde mi punto de vista, la visión general de la Conquista, sin dejar por ello de detenerse en los grandes "pequeños" acontecimientos de la gran empresa española. El libro es conocido, en especial, por la descrición de la Noche Triste, aunque a mí me fascinó mucho más la de la batalla de Otumba, cuando los españoles, huidos desde Tenochtitlán perdiendo todo el oro y en peligro todo el esfuerzo de años de penalidades, guerras y hambre, fueron alcanzados por los Aztecas en un intento de acabar definitivamente con ellos, en su huida hacia Tlaxcala, ciudad aliada de España -y vencieron. Tampoco tienen exclusión en el libro las miserias personales de los hombres que, empero, encabezaron tan heróica proeza de conquistar todo un imperio como el Azteca para el rey Don Carlos y el servicio a un pueblo para la fe de Cristo. Eran hombres guerreros, rudos y, en más de una ocasión, desesperados que, no obstante, quedaron horrorizados por las imágenes diablescas de sus deidades y la insaciable sed de sangre y brutalidad con que aplacaban su ira. La ambición por el oro y la flaqueza de la carne se hacen presentes en la novela, como también las denuncias de Fray Bartolomé de las Casas respecto de los abusos de algunos españoles tras la Conquista. En cualquier caso, son los españoles quienes protegen y salvan a los indios, e indignos de llamarse tal quienes abusaron de ellos.
El hilo conductor de "el dios de la lluvia llora sobre México" pende de la vida de Hernán Cortés, desde el primer día que acude, llevado por su padre (un hidalgo, veterano en la lucha contra el moro al servicio de los Reyes Católicos) a la universidad de Salamanca, en la que es alumno del profesor Nebrija, pasando por sus correrías en su natal Medellín y su labor en La Española que, apenas unos años antes, pisara por primera vez el Almirante Colón. Igualmente, su partida hacia México-Tenochtitlán, a pesar de los intentos de Moctezuma por que no avanzase hasta la ciudad. Todo ello, siempre bajo la firme convicción de servir al rey Don Carlos y ganar almas para Cristo, con la compañía fiel y mediadora de Malinalli o, en su nombre de bautizada, doña Marina, que alumbró al primer mestizo, Martín Cortés. Tan vocación de servicio se pone de manifiesto en que Cortés, al tocar España de nuevo, tras 25 años de conquista, se recluye en un monasterio franciscano unos días de penitencia por sus pecados y los errores cometidos, entre ellos, la autorización de la tortura y la muerte en Honduras de Cuauhtémoc, pero con la conciencia de haber servido de instrumento a Dios y a España en la conquista de un Nuevo Mundo.
Cuento todas estas cosas que son conocidas por todos o, si no, buena ocasión es leerse el libro y aprender una de las páginas más gloriosas de la historia de España al tiempo que uno disfruta de una lectura amena, entretenida y útil. Escrito por un húngaro, nos muestra en qué consistió este gran hito español: cómo fue y los ideales más altos (y también los bajos) que la impulsaron. "El corazón de piedra verde", más novelesco, pero cargado de conocimiento de la cultura Azteca (sus ritos ancestrales y sanguinarios) y de los resortes más profundos de la fe católica vivida por un español, nos aporta una visión más profunda a la par que amena, y más centrada en el contraste entre el Viejo y el Nuevo Mundo.
No serán estos dos los últimos libros que me lea sobre México, un país al que me une un cariño especial, aunque sea en otra ocasión cuando cuente mi historia personal con el país de Guadalupe, del indio Juan Diego, y obra hermosa de extremeños, vascos, castellanos y españoles todos. Como tampoco dejaré de interesarme por toda la Empresa que para Dios ganó España en América.
3 comentarios:
Gracias por las recoemndaciones.
Yo leí, allá por el final del bachillerato o el principio de la carrera, la Historia verdadera de la conquista de Nueva España, de Bernal Diaz del Castillo. Una auténtica delicia, aunque no sea novela.
Rafael García Serrano se basó fundamentalmente en ella para escribir "Cuando los dioses nacían en Extremadura", que si es novelada, pero de la que no tengo más que referencias de terceros y alguna cita esparcida.
¿Las conoces?
Gracias Séneka.
El viernes pasado estuve a punto de comprarme el de Bernal Diaz del Castillo, pero creo que lo dejaré para más adelante, pues debo de tener como cuatro o cinco libros comprados que me quiero leer antes.
De todas formas, el de Rafael García Serrano no lo conocía y me ha despertado bastante la curiosidad, así q lo buscaré!
Un abrazo
Creo que la mejor con mucho es la de Passuth. La de García Serrano, mucho que me duela decir esto, ni fu ni fa, la verdad.
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