Puedo añadir a mi lista de museos "menores" favoritos, otro más que he podido visitar: el de la Casa Museo de Lope de Vega, en la Calle Cervantes de Madrid dentro del llamado "Barrio de las Letras". Es la casa donde vivió sus últimos 25 años el Fénix de los Ingenios, un monstruo de nuestro Siglo de Oro, poeta, autor de magníficas comedias y obras de teatro, mujeriego y que, tocado por la muerte de su hijo Carlos Félix, fue evolucionando hasta ser ordenado sacerdote en su edad madura. En fin, nada que no se sepa.
La casa tiene la virtud de conservarse de un modo muy semejante a como estaba a su muerte, reacondicionada y reconstruidas las habitaciones. Evidentemente, la distribución no es la misma, pero sí se sabe que algunas estancias, como el estudio, lo era también en su tiempo. Algunos muebles, todos ellos de estilo castellano clásico, son también originales o el cuadro de una de sus hijas, Marcela de San Félix, Trinitaria Descalza y también prolífica autora, estuvo colgado en esas paredes. Destacaría también el pequeño oratorio donde diría la Santa Misa todos los días, con una talla de San Isidro, a quien tanta devoción tenía.
Por lo curioso, interesante, por lo bien conservado que está y por aquel Monstruo de la naturaleza, al decir de otro ídem como Miguel de Cervantes, merece que cite a esta Casa Museo, junto a la de Sorolla y el Museo Cerralbo, como mis museos "menores" preferidos de Madrid.
Y como no está de más, recordemos una de aquellas Rimas Sacras:
Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño;
Tú, que hiciste cayado de ese leño
en que tiendes los brazos poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño
y la palabra de seguirte empeño
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados;
¿pero cómo te digo que me esperes,
si estás, para esperar, los pies clavados?
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